¿Qué hago si me quedo en blanco?

8 beneficios de trabajar tu Marca Personal

El otro día una persona me dijo que le aterraban las preguntas difíciles cuando hablaba en público.

El solo hecho de no tener “todas” las respuestas y de no estar a la altura de lo que “se supone” debe ser un buen comunicador, era una situación que no sabía cómo enfrentar.

“Creo que lo mejor es decir cualquier cosa, aunque no esté tan seguro/a, a que descubran que no manejo un dato y me he quedado en blanco”, señaló.

¿Te sientes identificado/a con esto? ¿Te has preguntado alguna vez qué hacer con este tipo de imprevistos?

RECUERDA QUE:

-Siempre, pero siempre eres tú el que conoce TODA la información. Si te has preparado a conciencia y has trabajado en tus mensajes claves, el “quedarte en blanco” no existe como posibilidad. Si eso ocurre, puedes hacer una pausa, formular una pregunta al público para ganar tiempo y sigues con tu presentación. Solamente tú manejas el contenido y el orden de lo que hablarás, así es que nadie lo notará.

-No te quedas en blanco porque se te ha olvidado la presentación, sino porque literalmente tienes tanta, pero tanta información que no sabes cómo seguir. Mi consejo es que antes de hablar, pienses qué ideas quieres comunicar. Menos, es más. Enfócate en lo que quieres que retenga la audiencia y selecciona lo más importante para lograr un mayor impacto.

Eres humano y no tienes todas las respuestas. Las personas conectan con la humildad del expositor y empatizan con la naturalidad. Una mentira no se perdona, pero sí la transparencia para reconocer que no soy perfecto y que nadie lo es. Una buena respuesta sería “En este momento no manejo ese dato que me planteas, pero te agradezco la pregunta. Veré de qué se trata…” y sigues con tu relato. ¿Se acaba el mundo? Para nada. Confía, ensaya, prepara estos momentos inesperados y de seguro, todo saldrá bien.

 

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]

Únete a la conversación, te invitamos a compartir este artículo.