A los 19 años comencé a reportear en los medios y debo confesarles una cosa.
De todas las entrevistas que realicé y de todos los eventos que cubrí, nunca imaginé que una pregunta que le hice el 2003 a Jorge González, terminaría en la conferencia de prensa más corta que tenga recuerdo. (Si! esa voz que se escucha a lo lejos en la conferencia donde Jorge bota los micrófonos, soy yo).
¿Qué ocurrió?
Más allá de mi pregunta y de la insistencia del resto de los periodistas por un tema que Jorge González no quería hablar, la noticia era la polémica salida de Claudio Narea y la “famosa” carta que incluía detalles sabrosos de esta situación.
Pero más allá de todo, hay una regla de oro que un vocero jamás debe olvidar: El que se enoja, pierde.
Recuerda: Si pierdes el foco, si pierdes la paciencia, el único que deja de ganar eres tú. ¡Aprende a controlar este tipo de situaciones porque de seguro las tendrás!
Acá te entrego tres claves:
1.– Nada es contra ti.
El mejor consejo que te puedo dar como vocero, es que no te tomes nada a lo personal. Recuerda que, si pierdes la paciencia, el gran perdedor serás tú. No hay preguntas inoportunas. No existen. Son todas posibles. La clave está en las respuestas que des. Es habitual que los periodistas recurran a preguntas incómodas y a veces incisivas. Pero eso no significa que estén contra ti. Entiende la lógica en que se mueven y no caigas en la tentación de polemizar. Si lo haces, tu mensaje pasará a segundo plano y la noticia serás irremediablemente tú, y ese enojo que no costaba nada evitar.
2.-Manten la calma y concéntrate en tus Mensajes Claves.
Un vocero que está a la defensiva y que siente temor, se convertirá en el anzuelo perfecto para la prensa. Recuerda que los periodistas constantemente están buscando el titular o esa “cuña” atractiva para diferenciarse de su competencia. Si te muestras nervioso y ellos lo notan, tienes altas posibilidades de perder. Empatiza con ellos, muéstrate receptivo y si una pregunta te incomoda siempre puedes volver a tus mensajes centrales y recuperar el control. Si te has preparado y te han asesorado bien, no hay nada que temer.
3.- Que las emociones no te controlen.
Para Daniel Goleman, psicólogo, periodista y escritor, la Inteligencia Emocional es el aspecto que diferencia a los buenos profesionales de los verdaderos líderes. Mostrar serenidad, seguridad, autoestima, confianza o empatizar con el público es fundamental para sintonizar con nuestra audiencia. Recuerda que tus emociones y tu comportamiento provienen de ti, por lo tanto, tú eres el responsable de manejarlas. Cuando estés a punto de estallar, conviene detectar los primeros síntomas y responder a tres preguntas: ¿Es esto realmente importante? ¿Está justificado? ¿Van a mejorar las cosas? Después de esto, cuenta hasta 10 como decían nuestras abuelas y olvida el asunto.