Una de mis hermanas estaba esperando a sus niños en la salida del colegio, cuando un conocido (y bien conocido) aspirante a constituyente se le acercó al auto para entregarle un volante de su candidatura.
Ella muy audaz bajó el vidrio y le preguntó: Dime en tres palabras ¿Por qué debería de votar por ti?
El candidato la miró un poco sorprendido y respondió. Pero lo hizo de una manera tan confusa, que el resultado fue más que previsible: mi hermana no retuvo ningún concepto. En otras palabras, falló en su comunicación.
¡Esto pasa todos los días! ¿Cuántas veces por diseñar la respuesta más elaborada, más docta, más documentada, literalmente NO ESTAMOS DICIENDO NADA?
¿Qué hace que una comunicación sea eficiente y que otra no cumpla su objetivo? ES EL MENSAJE.
1.- La clave para que nos vean, nos oigan y nos comprendan son los MENSAJES CLAVES.
2.-Estos mensajes deben ser sencillos, relevantes y repetibles.
3.- El cerebro humano rechaza la confusión y le atrae la claridad. Deja la teoría y humaniza tu discurso. Utiliza ejemplos, historias, sé práctico.
4. Queridos candidatos: Pueden gastar una fortuna en marketing, tener una web y una gráfica impecable, pero si no tienen un mensaje claro y memorable no los escucharán. Se irán a su competencia.
5.- Piensa en TITULARES. Baja los conceptos. Que tu mensaje sea tan claro que no tenga doble lectura y sea comprendido por todos.
Piensa en todas esas personas que te convencieron. Esa conversación que te marcó. Ese discurso que aún recuerdas.
¿Qué cosas tenían en común? Ya sabes la respuesta.