¿Sabías que comunicar bien es una habilidad que se puede trabajar?
¿Quién te ha dicho que es imposible o que se nace con un don especial?
No existen personas que comunican en forma brillante, existen aquellos que se lo toman EN SERIO.
¿Cuándo lo haces tú?
“Si quieres aumentar en un 50% tu valor laboral, debes aprender hablar en público”, decía Warren Buffett, famoso inversionista Estadounidense que superó su miedo a hablar en público y hoy lo destaca entre las grandes habilidades que pudo desarrollar.
Recuerda: detrás de un gran comunicador siempre hay horas de trabajo, entrenamiento y superación personal.
En mis años de experiencia, te cuento los 7 grandes errores que no te puedes permitir en tu comunicación.
1.-IMPROVISAR DISCURSOS, REUNIONES Y ENTREVISTAS: Siempre he dicho que en materia de comunicación NO puedes improvisar. Un buen orador siempre tiene que estar listo para hacerlo, pero algo muy distinto es que hable en público sin nada preparado. Piensa en todo el tiempo que destinan los actores para estar dos horas en el escenario , o los futbolistas que entrenan semanas y semanas para un partido. La clave de un buen discurso es una buena preparación, tomártelo en serio, pensar en tus mensajes claves, en tu audiencia, en un buen inicio y un final memorable y sólo así dejarás huella en tu comunicación.
2.-OLVIDARSE DE LA AUDIENCIA: El principal enemigo de un orador es su propio ego. Lo contrario, es pensar en su audiencia. Tienes que demostrarle a tu público por qué es valioso que ellos destinen parte de su tiempo a escucharte y para eso debes pensar en ellos antes de hablar. Debes investigar a fondo quienes son, qué esperan de ti, qué tanto saben del tema, qué edad tienen y qué necesitan de tu presentación. Con estos datos, debes preparar algo que ellos puedan entender y lo más importante: que se vayan con una buena impresión porque aprendieron algo gracias a ti.
3.- ALARGARSE MÁS DE LA CUENTA: Siempre he dicho que menos es MÁS!. Escoge cuidadosamente tus mensajes claves, esa información que realmente le haga sentido a tu público y no hables de más. Las personas solo retienen un 20% de tu presentación. Por lo tanto, debes emplear ideas que realmente puedan impactar, Porque si rellenas, ellos desconectarán.
4.-DEJARLO TODO EN MANOS DE UN REDACTOR DE DISCURSOS: Si eres un alto directivo, nunca debes descansar en una persona que te hace los discursos. Está bien tener a una persona que te haga la “materia prima”, pero la forma en que lo digas y cómo lo digas tiene que nacer de ti. Por más que una persona te haga el contenido, es clave que le pongas tu sello y eso lo notará el público y de paso, tú te sentirás más seguro.
5.-NO INSTALAR MENSAJES: Un buen comunicador sabe que lo primero es pensar en la idea que quiere transmitir. Si el público se va sin nada concreto y sin nada que haya aprendido, tú habrás perdido. Un comunicador sabe que su principal objetivo es dejar algo en los demás.
6.-DEJAR EL HUMOR Y LA NATURALIDAD DE LADO: Un buen comunicador nunca debe perder el humor y la naturalidad en su discurso. Cuando hablo del humor no es contar chistes, sino que empatizar con el público a través de historias y de metáforas que hagan más cercana tu presentación. Al hablar de naturalidad es que seas siempre la misma persona. Que te permitas ser auténtico. Incluso puedes equivocarte y si lo enfrentas con naturalidad, el público empatizará contigo.
7.-OLVIDAR QUE NUESTRO CUERPO TAMBIÉN COMUNICA : La mayoría de las personas destinan todo su tiempo en armar el contenido de sus discursos y se olvidan de algo que es tan o más importante: el cómo lo decimos. Es lo que se conoce como la comunicación no verbal. De nada sirve que cuentes algo inspirador, si no lo haces con ganas, con inflexiones de voz, con una buena postura y si no conectas con el público a través de la mirada y desde luego….tu sonrisa.