¿Por qué debes impactar con un buen inicio?

  • ¿Cuánto tiempo escucharías a una persona para que te convenciera?
  • ¿Lo harías hasta el final, aunque su mensaje haya sido aburrido en el inicio?

 

Te aseguro que no. Oscar Wilde decía que “No hay segundas oportunidades para primeras impresiones” y en comunicación esto es categórico. Puedes manejar un buen contenido , puedes hablar con seguridad y tener una gran presentación, pero si no convences al principio y si crees que lo mejor debes decirlo al final, tú habrás perdido.

Cuando hablas en público, sea cual sea la presentación que tengas, necesitas un buen despegue. Algo que te diferencie del expositor anterior y que atraiga la atención.  Pero lamentablemente muchos voceros le restan importancia al momento más importante de toda intervención: el primer encuentro con la audiencia.

La “Regla de los 30 segundos” dice que tu inicio debe ser tan imbatible que no debes dejar nada a la improvisación. Y lo más importante: debes comenzar con algo diferenciador: una frase, una buena historia que se relacione con tu audiencia, una anécdota, una frase célebre. Hay muchas maneras de sorprender. Pero lamentablemente, la mayoría de las personas se quedan en su zona de comodidad y optan por el comienzo tradicional:  inicios aburridos, planos, hasta perfectos, pero que no conectan ni generan recordación con el público.

Los más usados son:

  •  “Quiero agradecer a todos los asistentes”
  •  “Eh, eh estoy muy feliz de estar acá”
  •  “Este, bueno. Hoy conversaremos sobre..”

 

Si realmente quieres impactar con tu comunicación, te animo a que prepares un buen inicio.

¿ Por qué es tan importante preparar un buen inicio?

  1. Te dará seguridad: Te ayudará a superar el momento de mayor temor cuando hablas en público. Recuerda que los primeros minutos en el escenario suelen ser los peores en cuanto a nervios y ansiedades, por lo tanto, si has preparado esos primeros 30 segundos, saldrás con mayor confianza ante tu público. Habrás superado esa prueba inicial y eso te permitirá seguir con tranquilidad hasta el final. Notarás el cambio y te sentirás mucho mejor. Comenzarás a disfrutar.
  2. Romperás el hielo con tu audiencia. Si tienes un buen inicio que realmente sea diferente y capte la atención, la audiencia empatizará contigo. Cuando comienzas a comunicar, aún no te has ganado la simpatía de tu público. Y en pocos minutos (o segundos), tienes que demostrarles que vale la pena que te escuchen hasta el final. Y en ese primer comienzo, el público hará una radiografía de ti. Tiene que ser la mejor.
  3. Los primeros segundos filtran la experiencia completa. Si lo haces bien, dejarás una buena impresión. las personas quedarán con ganas de saber más. Y te escucharán hasta el final.

 

Recuerda que tan importante como un buen inicio, es hacer un buen final. Un buen aterrizaje que resuma los conceptos de tu exposición, pero especialmente, un final memorable. Puedes terminar con una frase impactante, una fotografía, una pregunta que los haga reflexionar. Al final, nunca te olvides algo: Tal como dice el experto en Marca Personal, Andrés Pérez, “Si eres uno más, serás uno menos”.

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