- Hoy más que nunca comunicar, empatizar y transmitir un mensaje claro es tan o más importante que contar con los mejores conocimientos académicos. Hoy puedes ser un profesional brillante y muy preparado, pero si no comunicas bien alguien más ocupará tu lugar.
- Si antiguamente solo los grandes voceros o altos ejecutivos necesitaban comunicar bien, hoy las personas han entendido que, si no hablan bien, perderán oportunidades en su vida profesional y personal.
- No hay segundas oportunidades para primeras impresiones: una persona que no sabe comunicar y transmitir sus ideas: pierde credibilidad, confianza y no logra motivar a sus equipos.
- Lo más importante es que todos podemos convertirnos en buenos oradores. No existe un modelo único para comunicar. Debes encontrar tu propio sello personal, identificar a tu audiencia y creer en tus fortalezas.
¿Y cómo se empieza? Te entrego tres herramientas PODEROSAS para que trabajes tu oratoria.
- Convive con el miedo
El otro día estaba a punto de hacer una presentación y me dio miedo. ¡Si, enseño de oratoria y estaba nerviosa! ¿Cómo puede pasar esto? Porque el miedo significa respeto por la audiencia. Sentir miedo es hasta cierto punto necesario para dejar algo valioso en los otros. Te conectas con un sentimiento de responsabilidad que te hace dar lo mejor de ti. Trabajé 15 años en televisión y aprendí a convivir con el miedo, entendiendo que era parte fundamental de la comunicación. Comprender que el miedo no “desaparece” y que forma parte de “hacerlo bien”, te da tranquilidad. Hasta los comunicadores más preparados y reconocidos en el mundo, han confesado que sienten miedo cada vez que hablan en público. Así es que mi recomendación es que no le des importancia a este sentimiento. Si te concentras en lo mucho que vas a dar, comenzarás a fluir y de seguro, este miedo pasará a segundo plano.
- Descubre tu sello personal:
Todos tenemos una fortaleza única para comunicar y tú debes descubrirla. No intentes copiar el estilo de nadie ni pensar que la persona que tienes al frente es más energética, espontánea o directa que tú. Cada uno tiene herramientas personales únicas para conectar con la audiencia. Me acuerdo mi primera prueba de cámara cuando estaba en TVN. Me tocó hacerla junto a un reportero que yo sentía que era mucho más “seguro, enfático y empoderado” que yo. Me acuerdo que pensé: es obvio que no voy a quedar! Y ocurrió algo inesperado: Mi jefe de ese entonces me dijo: contratamos a los dos. Los dos tienen un estilo personal que nos sirve para lo que buscamos. ¿Te das cuenta? Esto puede aplicarse para cualquier cosa que quieras conseguir. Confía en tu sello y las oportunidades aparecerán.
- La práctica lo hace todo
De nada sirve que aprendas las mejores herramientas para comunicar, si cada vez que tienes la oportunidad de hacerlo, no te atreves a tomar la palabra. Recuerda la primera vez que intentaste algo nuevo y que era incómodo para ti: desde manejar, andar en bicicleta, algo que veías muy difícil. Recuerda cómo te fuiste acostumbrando. Te fuiste adaptando. Y hoy conduces con toda la tranquilidad del mundo porque de tanto practicarlo, se convirtió en algo natural. Lo mismo pasa con la comunicación. No te imaginas las oportunidades que tienes para hablar en público: desde un saludo de cumpleaños, matrimonio, una reunión de trabajo, una despedida. Asume cada oportunidad para hablar como un gran desafío y te darás cuenta que te irás sintiendo cada vez mejor, a tu ritmo y sobre todo….con tu propia Marca Personal.
Y tú? tienes alguna herramienta que te haya servido para potenciar tu comunicación?